Todos los años, el martes de Pentecostés, fiesta religiosa cristiana, se
celebra en la ciudad medieval de Echternach, la más antigua de
Luxemburgo, la procesión con danzas llamada Sprangprëssioun. Su
celebración, certificada por documentos que datan del año 1100, tiene
por finalidad rendir culto a San Wilibrordo, el monje fundador de la
abadía de Echternach, al que se venera por su labor misionera, sus
buenas acciones y sus dones para curar algunas enfermedades. Aunque la
Iglesia se opuso antaño a que se celebrara esta procesión por considerar
que tenía elementos paganos, las prohibiciones de que fue objeto
periódicamente no lograron impedir que su aprecio se extendiera por toda
la región y entre todas las clases sociales. La procesión comienza
pronto por la mañana en el patio de la antigua abadía, en presencia de
los más altos dignatarios eclesiásticos del país y de otros países. Con
arreglo a un ritual transmitido de generación en generación, los
cantores entonan letanías y, luego, unos 8.000 bailarines, divididos en
45 grupos, inician sus danzas. La procesión finaliza con un oficio
religioso en la basílica. Actualmente, la procesión es un evento
religioso profundamente arraigado en la tradición que se expresa
mediante las plegarias, los cantos y la forma histórica del culto, esto
es, la danza. En nuestros días, la procesión cuenta con el apoyo de las
autoridades civiles y religiosas, y su popularidad va en aumento a pesar
de la secularización de la sociedad, ya que cada año acuden a ella unos
13.000 participantes procedentes de Luxemburgo y países vecinos.Este baile fue inscrito en 2010 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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