Luxemburgo forma una parte del norte de Francia en la región de los Países Bajos.
En la guerra de los Países Bajos contra España, Luxemburgo se
estableció junto a las provincias del sur y admitió la autoridad de
Felipe II.
En el año 1684 fue invadido por Francia y luego restituido a España
13 años después, debido al Tratado de Rijswijk. En el año 1713 pasó en
manos de los Habsburgo austríacos, hasta la invasión de Napoleón,
acontecida en el año 1795 y la unión posterior al Imperio Francés.
En la derrota a Napoleón, en el año 1815 el Congreso de Viena cedió
el ducado a Guillermo I de Orange, que lo incorporo como la decimoctava
provincia de su reino, luego de la rebelión belga ocurrida en el año
1831 Luxemburgo se separo.
La mayor parte fue a Bélgica y la menor a Guillermo I, como Gran Ducado de Luxemburgo, que la admitió en el año 1839. Hasta que en el año 1867 fue gobernado en forma independiente.
La Confederación Germánica se desvinculo en el año 1866 y por el Tratado de Londres se convino la neutralidad del Gran Ducado.
Alemania ocupó sus tierras a partir del año 1914 hasta 1918. Luego
existió otra ocupación alemana, entre los años 1940 y 1945, en la
Segunda Guerra Mundial. Cuando culmino la guerra se concilió con Bélgica
y Holanda en el Tratado del Benelux.
En 1949 Luxemburgo abandonó su neutralidad y logro convirtirse en miembro fundador de la OTAN.
Fue miembro fundador en el año 1957 de la Comunidad Económica Europea
(CEE), que empezó a desempeñarse en el año 1958 y en el año 1964, la
Gran Duquesa Charlotte renuncio en favor de su hijo, quien se convirtió
en el Gran Duque Jean.
martes, 26 de enero de 2016
MARÍA TERESA, DUQUESA DE LUXEMBURGO
¿Sabían que la esposa del Duque de Luxemburgo no es una Europea
familia de alcurnia, con un árbol genealógico de estirpe añosa y de
peso, sino una americana, descendiente de españoles y que su enlace con
el Gran Duque causó algún revuelo?
Quien tiene su honor el ser la duquesa de uno de los países más pequeños y aún así, de los más ricos y mejor administrados de la Unión Europea es una mujer cubana con raíces españolas. Su nombre es María Teresa y es la esposa del actual soberano de dicho lugar: el Gran Duque Enrique de Luxemburgo.
No hace falta agregar que María Teresa se une a la larga lista de plebeyas que han tenido el encanto de conquistar el corazón de los de sangre azul y llegar a ser de aquellas que suben al altar de un hombre de la Realeza.
Estos son matrimonios que habitualmente no son considerados convenientes para el abolengo de los miembros reales, los que, con estas decisiones románticas hacen temblar los cimientos han hecho temblar los cimientos de sus respectivos estados.
Solo con hojear algunos medios por la web, veremos que en los últimos años gran parte de los matrimonios reales estuvieron teñidos por escándalos y han hecho correr ríos y ríos de tinta levantando críticas un tanto vergonzantes. Desde que “la criolla”, como se la conoce a María Teresa llegado al ducado de Luxemburgo, estas críticas no han sido la excepción.
Esto se remonta al año 1980, cuando ambos anunciaron el compromiso y realmente se produjo una gran polémica porque, pese a que las leyes dinásticas de Luxemburgo no se oponían a un matrimonio “desigual”, como se le llama, algunos miembros de la familia Gran Ducal (¡vaya nombre!) creían que Enrique estaba cometiendo un grave error.
María Teresa. El Gran Duque Enrique. Juntos han superado 30 años de matrimonio. Pero la historia sigue… y es riquísima. Como ellos.
BODA DE LOS DUQUES DE LUXEMBURGO
Quien tiene su honor el ser la duquesa de uno de los países más pequeños y aún así, de los más ricos y mejor administrados de la Unión Europea es una mujer cubana con raíces españolas. Su nombre es María Teresa y es la esposa del actual soberano de dicho lugar: el Gran Duque Enrique de Luxemburgo.
No hace falta agregar que María Teresa se une a la larga lista de plebeyas que han tenido el encanto de conquistar el corazón de los de sangre azul y llegar a ser de aquellas que suben al altar de un hombre de la Realeza.
Estos son matrimonios que habitualmente no son considerados convenientes para el abolengo de los miembros reales, los que, con estas decisiones románticas hacen temblar los cimientos han hecho temblar los cimientos de sus respectivos estados.
Solo con hojear algunos medios por la web, veremos que en los últimos años gran parte de los matrimonios reales estuvieron teñidos por escándalos y han hecho correr ríos y ríos de tinta levantando críticas un tanto vergonzantes. Desde que “la criolla”, como se la conoce a María Teresa llegado al ducado de Luxemburgo, estas críticas no han sido la excepción.
Esto se remonta al año 1980, cuando ambos anunciaron el compromiso y realmente se produjo una gran polémica porque, pese a que las leyes dinásticas de Luxemburgo no se oponían a un matrimonio “desigual”, como se le llama, algunos miembros de la familia Gran Ducal (¡vaya nombre!) creían que Enrique estaba cometiendo un grave error.
María Teresa. El Gran Duque Enrique. Juntos han superado 30 años de matrimonio. Pero la historia sigue… y es riquísima. Como ellos.
BODA DE LOS DUQUES DE LUXEMBURGO
GASTRONOMÍA DE LUXEMBURGO
El “kuddelfleck”, es un plato típico elaborado del estómago de la vaca, el mismo esta bañado en migas de pan y frito en aceite o grasa.
Se dice que este plato tiene influencias inglesas y escocesas.
El “kachkéis”,
una clase de queso local, tiene influencia directa de las tropas
españolas ellos trajeron el queso “concojota” en el siglo XVIII.
El “Pastaschutta”, mas
conocido como espagueti a la boloñesa, cuenta con toque luxemburgués, al
que se le adiciona carne picada que puede ser de res como también de
cerdo.
No es una comida adecuada si no existen
patatas, este es el tubérculo que siempre ha sido la base de la
alimentación de la población desde el siglo XVI. La mayor parte de las
comidas del ducado se encuentran acompañadas de patatas cocidas.
Un ejemplo de ello es el “judd mat gaardebounen”, cuello de cerdo y frijoles, que no tendría el mismo sabor sin este acompañamiento. Además, platos típicos como el “tierteg”, puré de patatas con chucrut, el mismo tiene la patata como ingrediente principal.
En Luxemburgo se goza de una industria
vitícola muy antigua. Los viñedos del valle de Mosella son beneficiados
gracias al microclima de esa región sureña, la cual ofrece temperaturas
un poco más elevadas que el promedio nacional. Entre los vinos famosas
del ducado están el “Riesling”, el “Pinot Gris”, “Pinot blanco” el
“Auxerrois” y el “Elbling”.
Luxemburgo se ubica en el corazón de
Europa y esto le ha posibilitado estar en contacto con muchas culturas a
lo largo de su historia: la celta, la romana, teutona, española,
italiana, inglesa y austriaca. Todas ellas han sido plasmadas en la
gastronomía de este país.
"kuddelfleck" “kachkéis”
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